Caso Camporfío
- Semana 9
- 14 nov 2015
- 2 Min. de lectura
Hoy venimos con uno de los casos más sonados este año en tragédias empresariales. El incendio producido en la fábrica de Burgos de la empresa Campofrío.

El día del 16 de noviembre a las 6:30 de la madrugada se declara un incendio en la fábrica de Campofrío en Burgos.
La noticia, como es de esperar, salta en primer lugar a las redes sociales, especialmente a Twitter, donde se suceden los tuits y los mensajes de apoyo a la empresa.
En un suceso de tal magnitud entendemos que la gestión de la comunicación en tiempo real es fundamental, máxime en los momentos en los que vivimos en los que las redes sociales son uno de los primeros canales utilizados por los internautas para conocer la actualidad informativa.
Así que para evitar malentendidos y alarmismo, es esencial que el primer paso sea informar de lo que está ocurriendo. Este es un ejercicio de transparencia que nos permite acércanos a nuestro público y hacer que este sienta que contamos con él y nos importa.
A pesar de que los hechos acontecidos son una catástrofe para la empresa, comunicativamente podemos hacer de esta crisis una oportunidad.
En estos momentos es donde las empresas demuestran su verdadera capacidad de reacción y de actuación a la hora de afrontar los hechos.
Yo, como director de comunicación de Campofrío no lo dudaría. Al tratarse de una catástrofe accidental e involuntaria, es un buen momento para darle la vuelta a la situación y demostrar a nuestros stakeholders de qué pasta estamos hechos.
La estrategia planteada constará de dos fases:
Por una parte, surge una oportunidad para establecer vínculos emocionales con nuestro público a través de la potenciación de nuestros valores, los cuales pasarán de ser meramente comunicativos a ser aplicados en un suceso real.
Camporfío se caracteriza por lanzar en sus campañas un mensaje optimista a los españoles para afrontar las situaciones difíciles sacando el lado más positivo de estas.
Debemos aplicar esta filosofía en lo ocurrido y realizar acciones comunicativas que lo muestren.
Por otra parte, también debemos desarrollar acciones de comunicación interna que harán sentirse a nuestros trabajadores más respaldados y beneficiarán nuestra cultura corporativa.
Es importante demostrar que los trabajadores de la fábrica no son los culpables de lo ocurrido, y por lo tanto no asumirán las consecuencias.
La plantilla será recolocada en otros lugares de trabajo de manera provisional hasta que la fábrica se reconstruya.
La buena gestión de esta estrategia repercutirá positivamente en nuestra imagen y en nuestra reputación, al mostrar una coherencia entre aquello que habitualmente decimos y aquello que realmente hacemos.
Este puede ser un claro ejemplo de que la buena gestión de una crisis puede contribuir a reforzar una marca y crear nuevas oportunidades para estas.
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