Mamá, quiero ser Dircom

Mi nombre es Raquel Hernanz, aunque desde bien pequeñita mis amigos me rebautizaron como Reichel.

 

Mientras luchaba contra el bachillerato intentando averiguar qué iba a ser de mi vida en los próximos años descubrí aquello que iba a marcar el resto de mi vida, la publicidad y la comunicación.

 

A mis 21 años recién cumplidos, puede que no tenga la solución a la ecuación de mi vida, pero sé lo que quiero; y es vivir para contar.

 

Nací tendiendo mi mano, con los ojos bien abiertos

y sin querer hacer ruido.

A los 14 encontré un Pepito grillo en mi hombro, de mi hombro pasó a mi cabeza y aún no he conseguido hacerlo callar.

 

Hace tiempo que perdí la cuenta de las veces que me han llamado “la defensora de las causas perdidas”, pero nunca olvido la satisfacción de que triunfe algo en lo que puse todo mi empeño.

 

Con paciencia suficiente para desquiciar a mi padre y acabar venciendo contra aquello que mató al gato. Dice que tengo la cabeza más dura que jamás ha visto, y me encanta partírmela encajando hasta la última pieza de cada puzle.

 

Nunca dudo en agarrar fuerte la mano de aquel que quiera caminar conmigo, y seré la última en bajarme del barco.

 

Me encanta contarte eso que aún no sabes,

aquello que estas esperando saber.

Ya te lo he dicho...¡QUIERO VIVIR PARA CONTAR!